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martes, 8 de mayo de 2012

"Ustedes digan lo que quieran, que nosotros escribiremos lo que queramos"


He escrito este relato con la intención de dar a conocer a mi familia lo que sucedió con mi abuelo en aquellos años de la Guerra Civil. Lo he escrito en castellano por el mismo motivo ya que al ser mi abuelo de Beteta (Cuenca)  les sea mas fácil de leer. No quise  añadir más datos ya que mi intención no es la de escribir un libro, más si alguien desea obtener datos sobre algún familiar de los que salieron en los buques, se los daré.

A las 5,15 de la madrugada del día 18 de Julio de 1936, se divulga por radio la locución de Franco, conocida como “ el manifiesto de Las Palmas”.En la que se explican los motivos de la sublevación.
Mientras tanto, en Galicia, la villa de Noia permanece fiel a la República, su alcalde Severino Iglesias Siso, y el Capitán de Carabineros Francisco Marin Moya, deciden no declarar el estado de guerra, disponiendo que se cortasen las comunicaciones terrestres para impedir la entrada de los sublevados a Noia.
Francisco Marin, cursa una orden a los puestos de Carabineros de otras villas al mando de su Capitanía, a que se acuartelen en Noia,la sección 2ª compuesta por los carabineros de infantería y marinos de Muros, Lira y Esteiro, estaba ya en Noia el día 20, así como también la 4ª integrada por los puestos de Noia, Freixo y Son. Faltaban solamente la 1ª y 3ª secciones, que entraron en la villa, el día 21 a las nueve y media de la mañana la 1ª, formada por los puestos de Corrubedo, Sta. Eugenia, Puebla, Boiro, Rianxo y Padrón; y al día siguiente 22 la 3ª, constituida por los de Corcubión, Cee, Fisterra, Muxía y Camariñas.Contaba esta compañía con un total de 90 hombres aproximadamente que fueron alojados, parte en el Cuartel de Carabineros de Noya, y el resto en la Casa Ayuntamiento.
En una reunión con representantes del ayuntamiento, el teniente de la Guardia Civil, el Capitán de Carabineros asume el mando de la villa, al ser este cuerpo, el que cuenta con mayor número de efectivos y tener este mayor graduación, diciendo que el permanecía fiel a la República y el que quisiera seguirlo libremente sería bien recibido.
Al mando de alférez Rey, llegan el dia 23, varios Guardias Civiles con la intención de hacer cambiar de idea al Capitán de Carabineros, lo cual no consiguieron.
Como en todas las situaciones de peligro y ante la amenaza de que la artillería de Santiago, tome represalias contra la villa, la gente acapara víveres y otros productos de primera necesidad,mientras, las autoridades disponen una requisa de estos y barcos,los cuales les ayudarían en una posible evacuación era el día 24,el Ayuntamiento de Noia, recibe una llamada del alcalde de Muros ofreciéndole merluza, ya que, habían recalado a dicho puerto los bous “Santa Rosa” y”Santa Eulalia” después de rematar sus faenas de pesca en el norte de Portugal. La respuesta del interlocutor fue tan rápida como firme:
  • no nos interesa el pescado pero los bous sí, no los dejes zarpar de ningún modo”
José Pedreira Bures, primer teniente de alcalde de Noia, quería así garantizar la marcha de todos fieles a la República en una hipotética evacuación,ya que el pequeño remolcador que tenían requisado en Noia no podría albergar a todos.
En Muros, el ugetista Lino Tieles, requisa armas ante un posible ataque de los rebeldes,formando así un grupo de vigilancia nocturna. Al siguiente día se sube al llamado “camión de las piedras” dirigiéndose en este a la villa de Noia, para así, tener noticias de la evolución del alzamiento. Allí comprobó,como los Carabineros se enfrentaban verbalmente con los Guardias Civiles, también vio a los mineros de Lousame, los cuales serían clave en las voladuras de los puentes, también vio a los Carabineros Luego y a Del puerto, conocidos por su afición al boxeo. Ambos lo presentaron al Capitán, el cual al enterarse de que era de Muros, se interesó en la cantidad de barcos que había en dicho puerto, contestándole este que los dos bous eran suficientes para llevar una gran cantidad de personas, al escuchar esto, con voz amable, el Capitán de Carabineros le manda requisarlos y tenerlos listos para zarpar con destino a alta mar.
Las autoridades cursan entonces aviso a los ayuntamientos limítrofes, para hacer saber a quien tuviera alguna responsabilidad política, o se mostrasen fieles a la república, para ofrecerles una prudente retirada hacia el puerto de Muros, así, embarcarse hacia un puerto que no fuese controlado por los sublevados.
Mientras tanto en Muros, Lino Tieles, se dirige hacía el ayuntamiento,para conseguir una orden de requisamiento de los dos buques,el alcalde interino José Veloso “trosky”, después de recibir las dos actas, se dirigió hacia la casa de uno de los capitanes, Antonio Gómez,el cual al leerla la firmó,al preguntarle por la residencia del otro capitán, Antonio Gómez se ofreció a acompañarlo a casa de Juaquín Lariño, firmando la otra acta. Se le comunicó así mismo a ambos capitanes que los buques debían de estar preparados para zarpar en cualquier momento, con la tripulación a bordo y la máquinas lista. La fecha de la salida se les notificaría posteriormente.Estos hechos ocurrían en la mañana del sábado 25 de Julio, Lino Tieles acompañado de su amigo Juan Martínez Vidal “o Rola”, se desplazaron al puerto para controlar los buques, viendo que estos estaban separados del puerto sin fondear, entonces, se percataron que un pescador estaba en su bote, era “o Leada” conocido de Lino al cual obligaron a llevarlos a que los subiese a bordo de los buques para amarrarlos al muelle. La astucia que estos dos hombres tuvieron al apoderarse de los micrófonos de ambos buques,para así, los falangistas de Muros no pudiesen comunicarse con sus compañeros,fue crucial. El capitán del “Santa Eulalia” se mostraba reacio a este acto, por lo que expresando sus protestas, consiguió que fuesen depositados en la subdelegación marítima.
Mientras en Noia, las noticias escuchadas por la radio no son alentadoras, solo quedaban en Galicia pequeños focos fieles a la República. Pedro Burés mantenía una dilatada conversación con el alcalde en la cual notificaba su preocupación por el pequeño remolcador confiscado en la villa, le dijo que, al ser el alcalde familiar del dueño del buque hiciera lo posible para que debido a la marea no quedase encallado el pequeño remolcador de Barcia,así también, que tuvieses los tanques llenos de combustible,por si se tenían que ir.
De pronto, un nuevo episodio haría cambiar las perspectivas de estos hombres, un ruido hizo que muchos pusieran la mirada hacia la playa de Testal, sobrevolando esta, un hidroavión ponía rumbo hacia la iglesia de San Martín, arrojando una bomba que hizo explosión en una casa en frente de dicha iglesia, luego arrojó otra en la puerta de la villa y otra en el Campo de la Feria, las cuales no hicieron explosión, también arrojó panfletos en los que decía : “MINEROS Y CARABINEROS DE NOYA : RENDIOS, DE LO CONTRARIO RECIBIREIS UN FUERTE CASTIGO.EL EJERCITO RECORRE VICTORIOSO TODO EL PAIS”. Aunque el daño causado por los artefactos no fueron de importancia, produjo miedo en la vecindad, los cuales se apresuraron a colgar en sus balcones sábanas blancas, como muestra de rendición. El hidroavión hizo una pasada semicircular por la villa de Noia alejándose por el mismo lugar por el cual había aparecido.
Al tiempo un radiotelegrafista noies mandó un telegrama al alcalde haciéndole saber que en la madrugada del 26 la artillería de Compostela tenía intención de tomar la villa.

lista de Carabineros que se marcharon en los dos bous de Muros

Estos acontecimientos provocaron que el alcalde convocara una reunión urgente en el ayuntamiento, fuerzas sindicales, mineros de San Fins, concejales y el Capitán de Carabineros se reunieron para tomar una decisión, la cual, como no, sería, preparar los camiones autobuses,para que todo aquel que se mantuviese fiel a la república subiese en ellos con dirección a Muros para embarcarse en los dos bous.
Los mineros de San Fins, junto a otras fuerzas de apoyo popular, serían los que le ofrecieran una buena retirada, para ello y siguiendo las órdenes dadas por el capitán de Carabineros, cortarían las lineas telefónicas, se derrumbarían los puentes de San Justo,Sedofeito y Vilacoba, así como el de Puente Beluso en Barro. Solamente se mantenía en pie el puente de Pontenafonso, por el cual pasarían en su retirada de la villa, ordenando colocar cargas explosivas en uno de sus arcos por si la Guardia Civil los persiguiera.
A partir de las diez de la noche de ese mismo día el alcalde sale al balcón del consistorio, dirigiéndose a los presentes:
Tuy, en la provincia de Pontevedra y Noya en la de La Coruña, son
los únicos pueblos de Galicia que aún continúan fieles al gobierno legalmente elegido por el pueblo español en las elecciones de febrero último.Pero, también es cierto, que como dos “quijotes galaicos” peleando contra molinos de viento. Nada podemos hacer ya para cambiar la situación en favor de nuestra causa, pero si podemos, y debemos, evitar que haya víctimas en nuestro pueblo. Me siento orgulloso de todos ustedes por la colaboración que desde el primer momento me habéis prestado. Ahora, también os pido, que llegó el momento de deponer las armas. Hay dos coyunturas, quedarse o irse en busca de una zona leal en la que proseguir la lucha. En el puerto de Muros, tenemos bajo control, los bous Santa Rosa y Santa Eulalia. ¡Sois libres de seguirme o de quedaros, y tanto a unos como a los otros, les deseo la mejor suerte como para mi anhelo!.”
Estas palabras dichas por aquel gobernante, mostraban la intención de no dejar gota de sangre en la villa, gotas que, se convirtieron en regueros por las cunetas de la comarca de la sangre manada por los “paseados” acusados por sus propios vecinos, pero esto sería mucho después de la partida de los dos buques.
A la medianoche, empezaron a marchar los camiones que días antes llevaran a los mineros de San Fins a La Coruña, esta vez su destino sería el puerto de Muros.
Lino Tieles y Juan Martínez “ o Rola”, los republicanos de Muros que confiscaran los buques, decidieron cubrir la retirada de sus compañeros hacía los barcos, para ello después de cruzar el río Valdexería, subieron al monte llamado Cruz de Pelos, desde el cual conseguían una visión de todas carreteras de acceso a Muros desde el Sur. Así, si algún vehículo los seguía sería pronto divisado por ellos. Poco a poco, los vehículos fueron entrando en Muros y aparcaron en el puerto. Algunos de los que llegaron en estos, decidieron quedarse en esta villa. La mayoría, son subidos a bordo de ambos buques en el motorcito “Ysabelita”, otros intentan recuperar los micrófonos que habían sido depositados en la subsecretaría marítima, los cuales son entregados por el subdelegado José Montero,siendole requerido también el rol del “Santa Rosa”, ya que el del “Santa Eulalia” ya lo tenía a bordo, sobre las dos y media, tres de la madrugada, parten los dos vapores con todas las luces encendidas del puerto de Muros. Carabineros,sindicalistas,políticos,paisanos y todo aquel que quiso subirse en estos marchaban hacia un destino incierto. Salen por la entrada de la ría hacia el oeste, pero sus males no hacían mas que empezar, el “Almirante Cervera” que días antes había sido apoderado por marinos en nombre de los alzados les pasa varias veces los reflectores a ambos vapores, los tripulantes de estos hacían como si se estuviesen preparando para la faena de pesca.
 Poco a poco, los barcos se alejaban mar adentro, separándose de las rutas mas concurridas de navegación por miedo a ser localizados y bombardeados. Sobre las chimeneas, pusieron unos sacos de arena mojados para así evitar que las chispas los delatase. Al principio pensaron tomar rumbo a Casablanca, pero tenían peligro al desembarcar, y decidieron proseguir la ruta hacia el norte. Por miedo a que los capitanes llamasen, estos estaban vigilados. Al pasar a la altura de La Coruña, escuchan por la radio que han sido enviados un avión y un navío en busca de los vapores que escaparan de Muros, este fue otro momento de tensión,por suerte, ni el avión ni el buque de guerra dieron con ellos. Lo que ellos no sabían era que las rotativas de los diarios, salía que ambos buques fueran localizados y hundidos, las familias, recibían esta noticia por la prensa.La tensión a bordo iba en aumento.quisieron entrar en Gijón, pero al escuchar por la radio sonidos raros en el estudio, decidieron seguir, entonces entraron en Portugalete (Bilbao), al terminárseles el carbón, pese a que el Capitán de Carabineros los quería llevar a Francia.

Al desembarcar, los carabineros se presentaron a sus superiores y los barcos amarrados, el “Santa Eulalia”, fué entregado a sus dueños un año mas tarde, mientras que, el “Santa Rosa” fué requisado por el gobierno vasco en enero de 1937 al cual le pusieron de nombre “Gazteiz”, en junio entraba en servicio pero sin el armamento previsto, capturado en Santoña el 27 de Agosto del mismo año, volviéndole a llamarle “Santa Rosa”, luego “Virgen del Carmen” por las fuerzas franquistas, siendole entregado a sus dueños en 1939.
Justo Gómez Verges
La suerte de estos hombres fué muy dispar, unos presos, otros fusilados o muertos en batalla, otros en el exilio.Muchos oyeron las palabras de aquel escribano cuando tomaba declaración a los presos: "ustedes, digan lo que quieran, que nosotros escribiremos  lo que queramos"
Mi abuelo, Justo Gómez Verges, fué detenido y juzgado en La Coruña, acusado de auxilio a la rebelión, setenciado a 15 años de prisión en El Castillo de San Antón (La Coruña) a la edad de 47 años.


Quiero agradecer a los bibliotecarios de Noia y Lousame, a Juan Pardo San Gil, a proyecto “nomes e voces”, a Ricardo Agrofo “ A Guerra Civil en Lousame e Noia” Francisco Jesus  Portela León  y Manuel Caamaño.